Llevo casado unos 6 años y mi mujer hace dos que no quiere hacer el amor, no tienen ganas. Si yo la acaricio y empiezo los juegos antes del acto sexual se pone a cien y lo hacemos. El problema es que no me deja empezar siempre pasa algo que impide hacer algo. Hable con ella por si no me quiere pero no es eso. Lo intente todo pero no hay manera, yyo soy muy activo y necesito sexo, no busco aventuras si no un remedio.
Consulta enviada por Jose
No aportas información suficiente como para darte mi opinión. Si ella “se pone a cien” con los juegos eróticos, parece que no es un problema de pérdida de apetito sexual por su parte. El erotismo y el sexo probablemente la siguen motivando igual que antes. Intuyo que vuestro problema es de comunicación.
Tal vez ella evita el sexo con penetración por alguna razón concreta y no expresada: miedo a quedarse embarazada(¿cómo váis de métodos anticonceptivos?), miedo a contraer una enfermedad sexual (debido a la posibilidad de que ella piense que le puedas ser infiel), temor a sufrir daño interno por alguna afección genital en el pasado, sentir que la relación sexual no es igualitaria o es demasiado física, u otros motivos. El problema es que cualquiera de estas posibles razones quizá no está siendo expresada, por miedo a tu reacción o por falta de confianza. Necesitáis hablar del asunto, relajadamente, mejor en un lugar tranquilo y alejado del ámbito doméstico, y utilizando un estilo de conversación no directo, es decir siempre en abstracto, sin señalar a la otra persona; hay que estar abiertos a hablar de lo que salga, de todas las inquietudes interiores, sin miedo. Si ella por ejemplo responde repetidamente a tus planteamientos diciendo que te quiere, ello puede significar que el temor a que se rompa vuestra relación le impide expresarse con libertad. Dale muestras de una gran confianza.
Revisa también una de las posibles razones antes apuntadas: dices que eres muy activo y necesitas sexo, y quizá el problema está ahí, en que ella perciba un cierto ensimismamiento por tu parte, es decir que puedes estar viviendo la relación sexual como buscando sobre todo tu satisfacción en el coito y como una especie de desahogo de tus propias tensiones. Asegúrate de que le dedicas a tu pareja las suficientes atenciones, no sólo sexuales sino también afectivas, y asegúrate de que ella recibe una satisfacción al menos similar a la tuya en el terreno sexual. Y cuida los detalles.